|
EL MANUSCRITO COOKE (circa 1415)
Demos gracias a Dios, nuestro
Padre Glorioso, creador del Cielo y de la Tierra y de todo lo que
está en ellos y que Él conoce [en virtud] de Su Gloriosa
Divinidad. Él hizo todas las cosas para ser obedecido, y muchas de
ellas en beneficio de la Humanidad; les ordenó someterse al
hombre, porque todas las cosas que son comestibles y de buena
calidad [sirven] para el sostén del hombre. Y también ha dado al
hombre inteligencia y habilidad en diversas cosas, y el Arte, por
medio del cual podemos viajar por este Mundo para procurarnos la
subsistencia, para hacer muchas cosas por la Gloria de Dios y
también para nuestra tranquilidad y provecho. Si debiese enumerar
todas estas cosas, sería demasiado largo de decir y de escribir.
Mostraré una de ellas, aunque me
deje otras: esto es, de qué modo comenzó la Ciencia de la
Geometría, y quiénes fueron los creadores de ella y de otras
Artes, como se revela en la Biblia y en otras Historias. Voy a
narrar, como he dicho, cómo y de qué modo comenzó esta digna
Ciencia de la Geometría.
Has de saber que hay siete
Ciencias Liberales, y luego sabrás por qué son llamadas de esta
manera; y por qué de estas siete primeras derivan todas las
Ciencias y Artes del Mundo, y especialmente por qué aquella, la
Ciencia de la Geometría, es el origen de todas.
En cuanto a la primera, que es
llamada el fundamento de la Ciencia, es la Gramática, que enseña
al hombre a hablar y a escribir en modo justo. La segunda es la
Retórica, que enseña al hombre a hablar decorosamente de manera
justa. La tercera es la Dialéctica, y ella enseña al hombre a
discernir lo verdadero de lo falso, y es llamada comúnmente Arte o
[Filosofía]. La cuarta es llamada Aritmética, y enseña al hombre
al Arte de los números, para calcular y contar todas las cosas. La
quinta es la Geometría, que enseña al hombre los límites y la
medida y la ponderación de los pesos de todas las Artes humanas.
La sexta es la Música, que enseña al hombre el Arte del canto en
las notas de la voz y del órgano, de la trompa, del arpa y de
todos los demás instrumentos.
La séptima es la Astronomía, que
enseña al hombre el curso del Sol y de la Luna y de las restantes
Estrellas y Planetas del Cielo. Nuestro principal fin consiste en
tratar del primer fundamento de la excelente Ciencia de la
Geometría, y de quiénes fueron sus fundadores; como dije al
principio, hay siete Ciencias Liberales, es decir, siete Ciencias
o Artes que son libres en sí mismas, las cuales siete viven
solamente por medio de la Geometría.
Y la Geometría es, como se dice,
la medida de la Tierra: "Et sic dicitur a geoge pin Px ter a
Latine e metrona quod est mensura. Unde Geometria i mensura terre
vel Terrarum", o sea, que la Geometría es, como he dicho, Geo, la
tierra, y metron, medida, y, así, el nombre de Geometría es
compuesto, y se llama medida de la Tierra.
No te maravilles de que haya dicho
que todas las Ciencias viven sólo por la Ciencia de la Geometría,
porque ninguna de ellas es artificial [que presuponga, como la
Geometría, al artifex]. Ningún trabajo que el hombre haga es
realizado sino por medio de la Geometría; una importante razón: si
un hombre trabaja con las manos, trabaja entonces con cualquier
tipo de utensilio, y no hay ningún instrumento hecho de cosas
materiales de este Mundo que no provenga de la Tierra y a la
Tierra retorne, y no existe instrumento, esto es, utensilio para
trabajar, que no posea proporciones. Y proporción es medida, y
utensilio, o instrumento, es Tierra. Por ello puede decirse que
los hombres de este Mundo viven por el trabajo de sus manos.
Muchas otras pruebas te he dado
sobre por qué la Geometría es la Ciencia de la que viven todos los
hombres razonables, pero esta vez no lo dejaré al largo proceso de
la Escritura.
Y ahora procederé con mi
argumento; comprenderás que de entre todas las Artes del Mundo,
[la más importante] es el Arte del Hombre; el Arte de la
construcción tiene la mayor importancia y la mayor parte en la
Ciencia de la Geometría, como está escrito y dicho en la Storia,
en la Biblia, en el Polycronicon, una crónica ilustrada, y en la
Historia de Beda, en De Immagine Mundi y en el Ethimologiarum de
Isidoro, en Metodio, obispo y mártir, y en muchos otros; digo que
la Masonería es el principal [Arte] de la Geometría, como pienso
que bien puede decirse, porque fue la primera en ser creada; como
se dice en la Biblia, en el libro I del Génesis, capítulo 4. Y
también todos los Doctores mencionados lo dicen, y algunos de
ellos más abierta y simplemente [respecto] a como está dicho en la
Biblia.
El Hijo directo de la estirpe de
Adán, descendiente de las siete generaciones de Adán, antes del
Diluvio, fue un hombre llamado Lameth, que tenía dos mujeres; de
la primera, Ada, tuvo dos hijos: uno llamado Jabal y otro Jubal.
El mayor, Jubal, fue el primer fundador de la Geometría y de la
Construcción y construyó casas y es llamado en la Biblia "pater
habitancium in tentoriis atque pastorum", es decir, padre de los
hombres que viven en tiendas, o sea, en casas. Y fue maestro de
Caín y jefe de todos sus trabajadores cuando hizo la Ciudad de
Enoc, que fue la primera ciudad nunca construida y que Caín
entregó a su hijo y la llamó Enoc. Y ahora es llamada Ephraim.
Y la Ciencia de la Geometría y de
la Masonería fue por primera vez empleada e inventada como Ciencia
y Arte, y por ello podríamos decir que fue el origen y el
fundamento de todas las Artes y las Ciencias, y este hombre, Jabal,
fue llamado "Pater pastorum". El maestro de la Historia y Beda, De
Immagine Mundi, Polycronicón y muchos otros dicen que por primera
vez él hizo la repartición de la Tierra, de modo que cada hombre
pudiera individuar (conocer) su campo y su trabajo. Y dividió
también rebaños y ovejas, y por eso podemos decir que fue el
primer fundador de esta Ciencia.
Y su hermano Jubal o Tubal fue el
fundador de la Música y del canto, como afirma Pitágoras en el
Polycronicón, y el mismo Isidoro en sus Etimologías; en su I libro
dice que fue el primer fundador de la música y del canto, del
órgano y de la trompa, y que encontró la ciencia del sonido por
los golpes de los metales gracias a su hermano Jubalcaín.
La Biblia dice en verdad en el
capítulo IV del Génesis que Lameth tuvo de otra mujer llamada
Zillah un hijo y una hija. Sus nombres eran Tubalcaín, el hijo, y
la hija fue llamada Naamah y, como dice el Polycronicón, fue la
mujer de Noé; que esto sea o no verdad, no lo sabemos.
Te digo que este hijo, Tubalcaín,
fue el fundador del Arte de la Herrería y de todas las Artes de
los metales, esto es, del hierro, del oro y de la plata, como
dicen algunos Doctores, y su hermana Naamah fue la fundadora del
Arte del Tejido; hilaban el hilo y laboraban el hierro y se hacían
vestidos como podían, pero la mujer Naamah encontró el Arte del
tejido, que es ahora llamado el Arte de las mujeres; y estos tres
hermanos sabían que Dios se vengaría del pecado, o con el fuego o
con el agua, y pusieron el mayor cuidado para salvar las Ciencias
que habían encontrado, y se aconsejaron entre ellos; y, gracias a
su ingenio, se dijeron que había dos tipos de piedra de tal
cualidad que la primera jamás podía ser quemada, y esta piedra es
llamada mármol, y que la otra piedra no podía ser hundida, y esta
piedra era llamada laterus. Y por ello idearon escribir todas las
ciencias que habían encontrado en estas dos piedras, de manera que
si Dios se vengaba con el fuego el mármol no fuera quemado, y si
Dios se vengaba con el agua la otra piedra no se hundiera. Y por
ello rogaron al hermano mayor de Jabal que construyera dos
columnas con estas dos piedras, esto es, mármol y laterus, y que
esculpiera en los dos pilares todas las Ciencias y las Artes que
habían hallado. Y así se hizo, y por ello podemos decir que fueron
muy hábiles en la ciencia que se inició y que persiguió su fin
antes del Diluvio de Noé: sabiendo que la venganza de Dios se
produciría, sea con el fuego o con el agua, los hermanos –como por
una especie de profecía- sabían que Dios ordenaría una, y por ello
escribieron en las dos piedras las siete Ciencias, pues pensaban
que la venganza llegaría. Y ocurrió que Dios se vengó y hubo un
tal Diluvio que todo el Mundo fue sumergido y murieron todos menos
ocho personas. Y fueron Noé y su mujer y sus tres hijos y sus
mujeres, y de estos hijos procede todo el Mundo. Y [los tres
hijos] fueron llamados de este modo: Sem, Cam y Japhet. Y este
Diluvio fue llamado el Diluvio de Noé, porque sólo se salvaron él
y sus hijos.
Y muchos años después del Diluvio,
como narra la Crónica, estas dos columnas fueron halladas y, como
dice el Polycronicón, un gran doctor llamado Pitágoras encontró
una, y Hermes, el filósofo, encontró la otra, y enseñaron las
ciencias que en ellas hallaron escritas. Cualquier Crónica, la
Storia y muchos otros doctos y principalmente la Biblia
testimonian de la construcción de la Torre de Babel, y está
escrito en la Biblia, Génesis, capítulo X, que Cam, hijo de Noé,
generó a Nimrod, y que éste se convirtió en un hombre fuerte como
un gigante y que fue un gran Rey. Y el inicio de su Reino fue el
del verdadero Reino de Babilonia, de Arach y Archad y Calan y de
la Tierra de Senaar. Y este mismo Nimrod inició la construcción de
la Torre de Babilonia, y enseñó a sus obreros el Arte de la
medida, y tenía muchos constructores, más de cuarenta mil. Y los
amaba y los tenía en gran estima. Y esto está escrito en el
Polycronicón y en otras Historias, y en parte atestiguado en la
Biblia, en el capítulo X del Génesis, donde se dice que Asur, que
era un pariente vecino de Nimrod, salió de la Tierra de Senaar y
construyó la Ciudad de Nínive y de Plateas y muchas otras, y así
dice: "De Terra illa i de Sennam egressus est Asure e edificauit
Nunyven e Plateas civitatis e Cale e Jesen quoque inter Nunyven e
hec est civitas magna".
La razón quiere que digamos
abiertamente cómo y de qué modo fue fundado el oficio de la
construcción, y quién fue el primero en darle el nombre de
Masonería. Y deberías saber lo que está dicho y escrito en el
Polycronicón y en Metodio, obispo y mártir, que Asur, que fue
digno Señor de Senaar, pidió al Rey Nimrod que le enviara masones
y operarios del Oficio que pudieran ayudarle a construir la ciudad
que deseaba edificar. Y Nimrod le envió trescientos masones. Y
cuando debían partir, les llamó ante sí, y les dijo esto: "Debéis
acudir ante mi primo Asur para ayudarle a construir una ciudad,
pero vigilad de que esté bien dirigida; os voy a dar un encargo
provechoso para vosotros y para mí. Cuando lleguéis ante este
Señor, procurad ser tan leales hacia él como lo sois conmigo;
haced como si fueseis hermanos, y permaneced lealmente unidos; y
que aquel que tenga mayor habilidad enseñe a su compañero y se
guarde de guiarle contra vuestro Señor, para que así yo pueda
recibir mérito y agradecimiento por haberos enviado ante él y por
haberle enseñado el Arte". Y ellos recibieron el encargo de su
patrón y Señor y llegaron ante Asur y construyeron la ciudad de
Nínive, en el País de Plateas, y otras ciudades entre Cale y
Nínive. Y de este modo, el Arte de la construcción fue
engrandecido e impuesto como ciencia.
Los primeros antepasados de
nosotros, los masones, tuvieron esta responsabilidad, como está
escrito en nuestros Deberes, y también como lo hemos visto escrito
ya en francés, ya en latín, y en la historia de Euclides; pero
ahora diremos de qué manera Euclides llegó a tener conocimiento de
la Geometría, así como está escrito en la Biblia y en otras
historias. En el capítulo 12 del Génesis se dice que Abraham llegó
a la Tierra de Canaan y nuestro Señor se le apareció y le dijo:
"Os daré esta Tierra a ti y a tu descendencia", pero hubo una gran
carestía sobre la Tierra y Abraham tomó a Sara, su mujer, con él,
y marchó hacia Egipto en peregrinación, y mientras duró la
carestía ellos permanecieron allí. Y Abraham, como dice la
Crónica, era un hombre sabio y un gran Doctor y conocía las siete
Ciencias y enseñó a los egipcios la Ciencia de la Geometría. Y
este digno Sabio Euclides fue su alumno y aprendió de él. Y ellos
le dieron por primera vez el nombre de Geometría, pues antes no
tenía este nombre. Así, se dice en las Ethimologiarum de Isidoro,
en el libro 5, capítulo I, que Euclides fue uno de los fundadores
de la Geometría, y que le dio este nombre porque en aquel tiempo
había un río en Egipto, el Nilo, que creció hasta tal punto en la
tierra que los hombres no podían habitarla.
Por eso, este digno estudioso,
Euclides, les enseñó a hacer grandes muros y fosos para retener el
agua, y ellos, con la Geometría, midieron la tierra y la
dividieron en muchas partes, y cada uno cerró su parte con muros y
fosos, y por eso la tierra se hizo fértil y dio todo tipo de
frutos y de jóvenes, de hombres y de mujeres; pero eran tantos los
jóvenes que no podían vivir bien. Y los gobernantes, Señores del
País, se reunieron en Consejo para ver cómo ayudar a sus hijos que
no habían encontrado sustento. Y en este Consejo estaba este digno
Docto Euclides, y cuando vio que no podían decidir sobre la
cuestión, les dijo: "Tomad a vuestros hijos y ponedlos bajo mi
mando, y yo les enseñaré una ciencia tal que vivirán con ella de
los Señores, a condición de jurar que me serán fieles, y yo haré
esto por vosotros y por ellos". Y el Rey y todos los Señores se lo
garantizaron. Y ellos llevaron a sus hijos ante Euclides para que
les dirigiese a su placer, y él les enseñó este Arte, la
Masonería, y le dio el nombre de Geometría, a causa de la división
del terreno que había enseñado a la gente en el tiempo de la
construcción de las murallas y los fosos, e Isidoro dice, en el
Ethimologiarum, que Euclides la llamó Geometría. Y él les dio el
deber de llamarse uno a otro Compañero, y no de otra manera,
porque pertenecían a un mismo Arte y eran de sangre noble e hijos
de Señores. Y que el más hábil debía ser el guía en el trabajo, y
ser llamado Maestro, y le atribuyó otros cometidos que están
escritos en el Libro de los Deberes. Y así ellos trabajaron con
los Señores de la Tierra, y construyeron Ciudades, Castillos,
Templos y Palacios. En ese tiempo los hijos de Israel que
habitaban en Egipto aprendieron el Arte de la Masonería. Y luego,
cuando fueron conducidos fuera de Egipto, llegaron a la Tierra de
Behest, que ahora se llama Jerusalén. Y el Rey David inició la
construcción del Templo de Salomón. El Rey David amaba a los
Masones, y les dio derechos como antes no tenían. Y en la
construcción del Templo, en tiempos de Salomón, como se dice en la
Biblia, en el 3º Libro Regum in tercio Regam, capítulo quinto,
Salomón tenía ochenta mil constructores a su servicio. Y el hijo
de Tiro era su jefe. Y en otras crónicas y en otros libros de
Masonería se dice que Salomón les confirmó el encargo que David,
su padre, había dado a los masones. Y el propio Salomón les enseñó
en formas poco distintas de las usadas ahora. Y de allí esta
importante ciencia fue llevada a Francia y a otras Regiones.
Hubo en un tiempo un digno Rey de
Francia llamado Carolus Secundus, esto es, Carlos II, y este
Carlos fue elegido Rey de Francia por la Gracia de Dios y por su
estirpe. Y este mismo Rey Carlos era masón antes de ser Rey, y
cuando llegó a Rey amó a los masones y les tuvo en gran estima, y
les dio deberes y reglamentos conforme a su designio, y algunos de
ellos todavía están en uso en Francia; y él mismo estableció que
deberían reunirse en Asamblea una vez al año para hablar entre sí,
Maestros y Compañeros, y para [deliberar quién] había de guiarles
y [para enmendar] todas las cosas equivocadas.
Y poco después san Adabelio llegó
a Inglaterra y convirtió a san Albano al Cristianismo. Y san
Albano amaba a los masones y les dio por primera vez encargos y
usos en Inglaterra. Y les fijó un tiempo conveniente para pagarles
el trabajo. Y después hubo un importante Rey en Inglaterra llamado
Athelstan, y su hijo más joven amaba la Ciencia de la Geometría, y
sabía bien que el Arte manual del Oficio practicaba la Ciencia de
la Geometría como los masones, por lo que los [reunió] en Consejo
y adoptó la práctica de esta ciencia a la especulación, porque en
la especulación era maestro y amaba a la Masonería y a los
masones. Y él mismo se hizo masón y les dio encargos y nombres que
todavía están en uso en Inglaterra y en otros Países. Y estableció
que [los masones] deberían ser pagados razonablemente por su
trabajo, y consiguió un decreto del Rey que [sancionó] el derecho
a que se reunieran en Asamblea cuando creyeran que ha pasado un
período razonable, y que vinieran [a escuchar] a sus Consejeros,
como está escrito y se enseña en el Libro de nuestros encargos y
deberes, por lo que dejo ya el argumento. Los Hombres de bien, por
este motivo y de este modo, [hicieron así que] la Masonería
comenzase.
Ocurría a veces que los grandes
Señores no tenían grandes posesiones, así que no podían ayudar a
sus hijos nacidos libres, porque tenían muchos, y por eso se
aconsejaron sobre cómo podían ayudarles, y establecer que pudieran
vivir honestamente. Y les enviaron a Sabios Maestros de la
importante Ciencia de la Geometría, de modo que ellos, con su
sabiduría, pudieran dar a los hijos una honesta manera de vivir.
Por eso uno de ellos, llamado Englet, que fue un muy agudo y sabio
fundador, estableció un Arte y lo llamó Masonería, y así, con su
Arte, instruyó a los hijos de los grandes Señores a requerimiento
de los padres y con la libre voluntad de los hijos; cuando fueron
instruidos con gran cuidado, después de un cierto período, no
todos fueron igualmente capaces, por lo que dicho Maestro Englet
determinó que todos los que terminaran [el aprendizaje] con
habilidad deberían ser admitidos [en el oficio] con honor, y llamó
al maestro más hábil para instruir a los maestros menos hábiles, y
fueron llamados maestros por la nobleza de su ingenio y por su
habilidad en el Arte. De este modo, dicho Arte, iniciado en la
Tierra de Egipto, se propagó de Tierra en Tierra, de Reino en
Reino.
Después de muchos años, en el
tiempo del Rey Athelstano, que fue Rey de Inglaterra, sus
Consejeros y otros Grandes Señores, de común acuerdo, por graves
culpas lanzadas contra los masones, establecieron una cierta regla
para ellos; una vez al año, o cada tres años [si ello respondía] a
los deseos del Rey y de los Grandes Señores del País y del pueblo,
de provincia en provincia, y de país en país, se reunirían en
Asamblea todos los masones y compañeros de dicho Arte, y en tales
reuniones los Maestros serían examinados sobre los artículos [de
la Constitución] que fueron luego escritos, y se estableció que
fuese verificado si los maestros eran capaces y hábiles, para
ventaja de su Soberano y para honor de su Arte. Y además se
estableció que deberían cumplir bien su encargo de emplear los
bienes, pequeños o grandes, de sus Señores, porque de ellos
percibían la compensación por su servicio y su trabajo.
El primer artículo es éste: que
cada maestro de este Arte debe ser sabio y leal hacia el Señor a
quien sirve; y no pagar a ningún obrero más de lo que él piense
que se merezca, distribuyendo sus beneficios verdaderamente como
quisiera que fuesen dispensados los suyos, tras haber [tenido en
cuenta] la escasez de grano y de víveres en el País, y no
otorgando ningún favor, para que todos sean recompensados según su
trabajo.
El segundo artículo es éste: que
cada maestro de este Arte deberá ser informado antes de entrar en
su Comunidad; que sean [recibidos] como conviene; que no puedan
ser excusados [de su ausencia], sino sólo por algún motivo
[válido]. Pero si son hallados rebeldes [frente a] tal Comunidad,
o culpables, en cualquier modo, de daño hacia los propios Señores,
los culpables en este Arte no serán perdonados de ningún modo [y
serán juzgados, y se verificará] su expulsión, y aunque se hallen
(en peligro de muerte), [o enfermos], sin riesgo de muerte, se
avisará al maestro que sea el jefe de la Asamblea, [quien deberá
juzgarle].
El tercer artículo es éste: que
ningún maestro tome a un aprendiz por un período menor de siete
años por lo menos, porque en un plazo menor no puede llegar
propiamente a su Arte, y por consiguiente será incapaz de servir
lealmente a su Señor y de comprender [el Arte] como un masón debe
comprenderlo.
El cuarto artículo es éste: que
ningún maestro tome para instruir, sin provecho, a algún aprendiz
al que esté unido con vínculos de sangre, ya que, a causa de su
Señor, al cual está ligado, lo distraerá de su Arte y podrá
llamarlo ante sí fuera de su Logia y del lugar donde trabaja;
porque sus compañeros quizá le ayuden y combatan por él, y de aquí
podría derivarse un homicidio –lo que está prohibido- y también
por motivo de que su Arte se inició con los hijos de Grandes
Señores nacidos libres, como ya ha sido dicho.
El quinto artículo es éste: que
ningún maestro envíe a su aprendiz, durante el tiempo de su
aprendizaje, a otro, pues ningún provecho puede salir de ello, y
aunque piense que pueda agradar a su nuevo Señor, más importante
es el provecho que podrá sacar el Señor del lugar en el cual ha
sido adiestrado en su enseñanza.
El sexto artículo es éste: que
ningún maestro, por codicia o provecho, tome aprendices para
enseñarles cosas imperfectas, y que tengan mutilaciones, por lo
cual no puedan trabajar realmente como deberían.
El séptimo artículo es éste: que
ningún maestro sea visto ayudando, o protegiendo, o siendo el
sostenedor de ningún ladrón nocturno, por el cual [a causa del
hurto] sus compañeros no puedan cumplir el trabajo diario y no
puedan organizarse.
El octavo artículo es éste: que no
ocurra que ningún masón, que sea perfecto y hábil, venga a buscar
trabajo y encuentre un modo de trabajar imperfecto e incapaz; el
maestro del lugar recibirá al masón perfecto y echará al
imperfecto para ventaja de su Señor.
El noveno artículo es éste: que
ningún maestro tomará el puesto de otro, porque se ha dicho, en el
Arte de la construcción, que nadie deberá terminar un trabajo
comenzado por otro, para ventaja de su Señor; así que quien lo ha
iniciado [tiene el derecho de] terminarlo a su modo, y sean cuales
sean sus métodos.
Esta resolución ha sido adoptada
por varios Señores y maestros de diversas provincias y Asambleas
de Masonería, y dice así:
El primer punto: es necesario que
todos los que deseen ser Compañeros del mencionado Arte juren por
Dios, por la Santa Iglesia y por todos los Santos, ante su maestro
y sus Compañeros y hermanos.
El segundo punto: él [el
Compañero] debe cumplir su trabajo diario en razón de lo que le
sea pagado.
El tercer punto: él [debe aceptar]
las resoluciones de sus compañeros en la Logia y en Cámara y en
cualquier otro lugar.
El cuarto punto: no engañará a su
Arte, ni lo perjudicará, o sostendrá afirmaciones contra el Arte o
contra alguien del Arte, sino que lo mantendrá con dignidad,
porque él puede.
El quinto punto: cuando reciba su
paga, la tomará humildemente, ya que el maestro ha establecido el
tiempo del trabajo, y el resto [por él] ordenado está permitido.
El sexto punto: si una discordia
cualquiera surge entre él y sus compañeros, deberá obedecer
humildemente y permanecer a las órdenes del maestro, o, en su
ausencia, del Vigilante [designado] por el maestro; en la
siguiente fiesta religiosa se pondrá a disposición de los
Compañeros; no en un día laborable, dejando el trabajo y el
provecho de su Señor.
El séptimo punto: Que no desee a
la mujer ni a la hija de su maestro o de sus compañeros; y si está
casado, que no tenga concubina, porque podrían surgir discordias
entre ellos.
El octavo punto: si ocurre que es
nombrado Vigilante por su maestro, que sea un seguro transmisor
entre su maestro y sus compañeros; y, en ausencia de su maestro,
que lo sustituya con empeño, por el honor del maestro y para
ventaja del Señor a quien sirve.
El noveno punto: si fuese más
sabio y agudo que el compañero que trabaja con él en la Logia o en
cualquier otro sitio, y si percibe que el otro debe dejar la
piedra sobre la que está trabajando por falta de habilidad, y que
puede enseñarle a corregir la piedra, deberá instruirlo, para que
el amor crezca entre ellos y el trabajo del Señor no se eche a
perder.
Sobre la Asamblea de Justicia.
Cuando el maestro y los compañeros
sean avisados y lleguen a tales Asambleas, si es preciso serán
invitados a participar, junto a los compañeros y el maestro de la
Asamblea, el sheriff del Condado, o el alcalde de la Ciudad, o el
Consejero más anciano de la Ciudad en la que se celebra la
Asamblea, para servir de ayuda contra los rebeldes y para mantener
el derecho del Reino.
Al principio [entran en el Oficio]
hombres nuevos que nunca han sido culpables, de modo que no sean
nunca ladrones, o [cómplices] de los ladrones, y que desarrollen
su trabajo diario por la recompensa que de su Señor reciben, y un
verdadero resumen den a sus Compañeros de las cosas que deben ser
explicadas y escuchadas, y les amen como a sí mismos. Y deben ser
fieles al Rey de Inglaterra y al Reino, y atenerse, con todas sus
fuerzas, a los artículos mencionados.
Después de esto se indagará si
algún maestro o compañero, que haya sido instruido, ha infringido
algún artículo, y allí se establecerá si ha hecho nunca tales
cosas. Por ello, vale decir, si algún maestro o compañero, que
haya sido avisado [de la acusación] antes de venir a tal Asamblea,
se rebela y no acude, o bien haya transgredido algún artículo, si
esto se demuestra, deberá renegar de su [pertenencia] a la
Masonería, y no podrá usar jamás de su Arte. Y si osa practicarlo,
el Sheriff del país en el que haya sido encontrado trabajando
deberá meterlo en prisión y poner todos sus bienes en manos del
Rey hasta que le sea mostrada y concedida la gracia.
Por este motivo, [los
participantes] en esta Asamblea establecerán que tanto el más bajo
como el más alto deben ser lealmente servidores de su Arte en todo
el Reino de Inglaterra.
Amén. Así sea.
COMENTARIO
El Manuscrito Cooke, conservado en
el British Museum, debe su nombre a su primer editor, Matthew
Cooke, History and articles of Masonry, Londres, 1861. Data
de alrededor de 1410 o 1420, pero es la transcripción de una
compilación que se remonta quizá a más de un siglo atrás. El
término especulativo aparece en este documento. El manuscrito
Cooke sirvió de base al trabajo de George Payne, segundo Gran
Maestre de la Gran Logia de Londres, que lo adoptó para un primer
reglamento en 1721. Aparece además como la principal fuente en la
que Anderson se inspiró para la redacción de su Libro de las
Constituciones (1723). Hay que destacar su oración inicial.
Su contenido puede estructurarse
en varias partes:
Primera. La masonería o geometría
como base de las demás artes liberales: “Has de saber que hay
siete Ciencias Liberales, y luego sabrás por qué son llamadas de
esta manera; y por qué de estas siete primeras derivan todas las
Ciencias y Artes del Mundo, y especialmente por qué aquella, la
Ciencia de la Geometría, es el origen de todas... hay siete
Ciencias Liberales, es decir, siete Ciencias o Artes que son
libres en sí mismas, las cuales siete viven solamente por medio de
la Geometría... el Arte de la construcción tiene la mayor
importancia y la mayor parte en la Ciencia de la Geometría, como
está escrito y dicho en la Storia, en la Biblia, en el
Polycronicon, una crónica ilustrada, y en la Historia de Beda, en
De Immagine Mundi y en el Ethimologiarum de Isidoro, en Metodio,
obispo y mártir, y en muchos otros; digo que la Masonería es el
principal [Arte] de la Geometría, como pienso que bien puede
decirse, porque fue la primera en ser creada; como se dice en la
Biblia, en el libro I del Génesis, capítulo 4”. Con base en
Génesis 4, 17 en dónde se dice que Caín “edificó una ciudad” que
llamó Enoc, como a su hijo, el manuscrito pretende originar la
masonería a partir de esta referencia bien el origen de las demás
artes, pues de Enoc desciende Jabal “padre de los que habitan en
tiendas y crían ganados” y de su hermano Jubal “el cual fue padre
de todos los que tocan arpa y flauta” (Génesis 4, 21) o Tubalcaín
“artífice de toda obra de bronce y de hierro” (Génesis 4, 22). “El
Hijo directo de la estirpe de Adán, descendiente de las siete
generaciones de Adán, antes del Diluvio, fue un hombre llamado
Lameth, que tenía dos mujeres; de la primera, Ada, tuvo dos hijos:
uno llamado Jabal y otro Jubal. El mayor, Jubal, fue el primer
fundador de la Geometría y de la Construcción y construyó casas y
es llamado en la Biblia "pater habitancium in tentoriis atque
pastorum", es decir, padre de los hombres que viven en tiendas, o
sea, en casas. Y fue maestro de Caín y jefe de todos sus
trabajadores cuando hizo la Ciudad de Enoc, que fue la primera
ciudad nunca construida y que Caín entregó a su hijo y la llamó
Enoc. Y ahora es llamada Ephraim”.
Segunda. Patronos
veterotestamentarios del oficio constructivo: Mientras que el
manuscrito regius menciona a los cuatro santos coronados como
patronos, el manuscrito cooke cita a Caín y Jabel (patronos de los
masones), Jubal (patrón de los músicos) o Tubalcaín (patrono de
los herreros) o a Naamah (patrona de las tejedoras e hilanderas).
Y de esta, “dice el Polycronicón, fue la mujer de Noé; que esto
sea o no verdad, no lo sabemos”.
Tercera: Desarrolla el tema de las
dos columnas del conocimiento destinado a perdurar tras el
diluvio: “sabían que Dios se vengaría del pecado, o con el fuego o
con el agua, y pusieron el mayor cuidado para salvar las Ciencias
que habían encontrado, y se aconsejaron entre ellos; y, gracias a
su ingenio, se dijeron que había dos tipos de piedra de tal
cualidad que la primera jamás podía ser quemada, y esta piedra es
llamada mármol, y que la otra piedra no podía ser hundida, y esta
piedra era llamada laterus. Y por ello idearon escribir todas las
ciencias que habían encontrado en estas dos piedras, de manera que
si Dios se vengaba con el fuego el mármol no fuera quemado, y si
Dios se vengaba con el agua la otra piedra no se hundiera. Y por
ello rogaron al hermano mayor de Jabal que construyera dos
columnas con estas dos piedras, esto es, mármol y laterus, y que
esculpiera en los dos pilares todas las Ciencias y las Artes que
habían hallado. Y así se hizo... estas dos columnas fueron
halladas y, como dice el Polycronicón, un gran doctor llamado
Pitágoras encontró una, y Hermes, el filósofo, encontró la otra”.
El episodio del diluvio del
manuscrito Regius es reemplazado en el manuscrito Cooke por otro
episodio bíblico que también es comentado en las antigüedades
judías de Flavio Josefo. Se trata de las dos columnas del
conocimiento que sobreviven al diluvio. Tales columnas son puestas
en relación a las dos columnas del templo de Salomón, Jaquin y
Boad (I Reyes 7,21), que, por otra parte, servirán de modelo para
las dos torres de las catedrales góticas. El manuscrito Cooke
afirma que los conocimientos de las siete artes liberales se
encontraban inscritas en las dos columnas del conocimiento que
menciona Flavio Josefo (1, 2) aunque este autor no se refiere a
las artes liberales sino “a la ciencia y la astrología”. Por tanto
el manuscrito Cooke integra las siete artes liberales en la
“ciencia” que según Flavio Josefo se conserva en las dos columnas.
Las siete artes liberales son explicadas por Martianus Cappela en
una obra del siglo V “matrimonio de filología con Mercurio”, libro
I, que menciona las inscripciones egipcias grabadas en estelas.
El manuscrito Cooke afirma haber
tomado esta leyenda de una crónica escrita por Ranulf Higden,
monje benedictino ingles fallecido en 1364 en la abadía de Saint-Werburg,
en su obra Polychronicum. Allí se menciona que las dos columnas
habían sido descubiertas tras el diluvio por Hermes y Pitágoras, y
servido para facilitar una nueva civilización. Pero el dato de que
una columna había sido escrita o descifrada por Pitágoras procede
a su vez de la “Vida de Pitágoras” de Porfirio, quien también
menciona las siete ciencias (que el manuscrito cooke convierte en
siete artes liberales).
La otra columna de Hermes parece
proceder de Diodoro de Sicilia que en su biblioteca histórica (1,
27) menciona a Hermes como autor de inscripciones de las estelas
egipcias: “está escrito en la Biblia, Génesis, capítulo X, que Cam,
hijo de Noé, generó a Nimrod, y que éste se convirtió en un hombre
fuerte como un gigante y que fue un gran Rey. Y el inicio de su
Reino fue el del verdadero Reino de Babilonia, de Arach y Archad y
Calan y de la Tierra de Senaar. Y este mismo Nimrod inició la
construcción de la Torre de Babilonia, y enseñó a sus obreros el
Arte de la medida, y tenía muchos constructores”. Un grupo de
constructores parte hacia otro territorio (o sea, que no toma
parte en babel)?“Asur, que fue digno Señor de Senaar, pidió al Rey
Nimrod que le enviara masones y operarios del Oficio que pudieran
ayudarle a construir la ciudad que deseaba edificar. Y Nimrod le
envió trescientos masones… y llegaron ante Asur y construyeron la
ciudad de Nínive, en el País de Plateas, y otras ciudades entre
Cale y Nínive. Y de este modo, el Arte de la construcción fue
engrandecido e impuesto como ciencia”.
Cuarta: Abraham como iniciador de
las siete artes liberales: “En el capítulo 12 del Génesis se dice
que Abraham llegó a la Tierra de Canaán y nuestro Señor se le
apareció y le dijo: "Os daré esta Tierra a ti y a tu
descendencia", pero hubo una gran carestía sobre la Tierra y
Abraham tomó a Sara, su mujer, con él, y marchó hacia Egipto en
peregrinación, y mientras duró la carestía ellos permanecieron
allí. Y Abraham, como dice la Crónica, era un hombre sabio y un
gran Doctor y conocía las siete Ciencias y enseñó a los egipcios
la Ciencia de la Geometría. Y este digno Sabio Euclides fue su
alumno y aprendió de él”. Seguramente el manuscrito cooke toma
esta idea de Filón de Alejandría (20 a.c. – 45 d.c.) en “De
congressu eruditionis gratia” (1-19) o de Flavio Josefo y sus
antigüedades judías (1, 7-8) que, citando a Berosio, menciona a
Abraham enseñando aritmética y astrología a los egipcios.
Quinta: La estrategia de diques y
fosos para combatir las inundaciones: La palabra geometría, medida
de la tierra, era ya usual que el propio san Isidoro de Sevilla la
cita en sus Etimologías (3, 10). San Isidoro explica que la
geometría fue una disciplina descubierta por los egipcios para
dividir la tierra en lotes, cuando las tierras se inundaban de
limo tras la crecida del Nilo. El manuscrito cooke añade a este
párrafo de San Isidoro una mención a Euclides que no aparece en
las Etimologías, pero sí en la obra Proclo (412-485) “Introducción
a los elementos de Euclides”. El manuscrito Cooke también añade la
mención a las construcciones de diques y fosos de los egipcios
para combatir las inundaciones. Tales diques y fosos formaban
parte de la arquitectura defensiva de castillos y algunos
edificios, y parece un añadido simbólico demostrativo de la
posesión del arte necesario para sobrevivir tras el diluvio sin
recurrir a los actos orgullos de la torre de Babel: “Y luego,
cuando fueron conducidos fuera de Egipto, llegaron a la Tierra de
Behest, que ahora se llama Jerusalén. Y el Rey David inició la
construcción del Templo de Salomón. El Rey David amaba a los
Masones, y les dio derechos como antes no tenían”.
Sexta: Los orígenes salomónicos del
arte europeo: “Y de allí (Jerusalén) esta importante ciencia fue
llevada a Francia y a otras Regiones”. De allí, Carlos Martel, los
pasó al re Athelstan y su hijo. El maestro Englet (angulo )
enseñaría el Arte a los hijos de la nobleza. En todo caso, el arte
y arquitectura gótica que se desarrolla en Francia es llevada en
el siglo XII a Inglaterra por medio de numerosos arquitectos
franceses. Pero dicho arte se inspira en modelos orientales en
torno al Templo de Salomón (I Reyes 5-7). El texto concluye con
los 9 estatutos y los 9 puntos de la corporación y unos preceptos
añadidos.
Las menciones a obras y autores
como Diodoro de Sicilia, Proclo, Filón de Alejandría, Porfirio,
San Isidoro de Sevilla, Cappela, etc., prueban que los masones
redactores del manuscrito cooke tenían una elevada formación
literaria y que existía oposición entre el oficio artesanal y el
intelectual.
Publicado por D. Knoop,
G. P. Jones y D. Hamer, “The Cooke ms.”, The Two earliest
masonic catechisms, Manchester University, 1938, pp. 69-133.
Comentado por
Patrick Negrier (recop.)
Textes fondateurs de la tradition maçonnique, 1390-1760,
Paris, 1995, pp. 57-61.
|
|